Este domingo, El Puig vivió el primer día grande de las fiestas en honor a la Mare de Déu del Puig, con una programación repleta de actos que combinaron solemnidad, fervor popular y alegría compartida. Desde primera hora de la mañana, el municipio se volcó en una celebración que reunió a vecinos, autoridades y visitantes en torno a sus tradiciones más queridas.
La jornada comenzó a las 8:00 horas con el tradicional disparo de salvas, que anunciaba el inicio oficial del día grande de las fiestas patronales. A las 11:00 horas, desde el Ayuntamiento, el sonido del tabal i la dolçaina marcaba el arranque del pasacalles de la Corporación Municipal, que recorrió varias zonas del municipio acompañando a las Camareras y Clavarios. La Sociedad Unión Musical Santa María del Puig (SUMP) puso la banda sonora a la mañana, llenando las calles de melodías festivas.
El recorrido culminó a los pies del Real Monasterio de Santa Maria de El Puig, donde autoridades locales, Camareras y Clavarios accedieron al templo para participar en la Solemne Misa Cantada, con la emotiva intervención de la Coral Julio Ribelles. El acto religioso, cargado de espiritualidad y devoción, fue uno de los momentos más sentidos del día.
Al finalizar la misa, en el inicio de la Calle Mayor, se encendió la mecha que daba comienzo a la tradicional traca. Decenas de jóvenes y adultos corrieron por todo el recorrido hasta la explanada del Monasterio, donde se disparó una espectacular Mascletà a cargo de la Pirotecnia del Alto Palancia (Piroalpa). El estruendo, la emoción y el colorido pirotécnico hicieron vibrar a los asistentes.
Ya por la tarde, a las 19:00 horas, la música volvió a resonar en las calles con un nuevo pasacalles para recoger a los festeros de sus domicilios. Poco después, comenzaba la primera procesión en honor a la Mare de Déu, que recorrió las calles del municipio en un acto multitudinario con la participación de centenares de feligreses. Junto a la imagen de la Mare de Déu del Puig, también salieron en procesión las de San Antonio, San Roque, San Pedro y la Purísima, en un recorrido cargado de emoción y sentimiento colectivo.
El momento culminante llegó cuando la imagen de la Mare de Déu alcanzó las puertas de la Iglesia, y el cielo de El Puig se iluminó con un espectáculo de fuegos artificiales que puso fin al acto más emotivo de las fiestas patronales.
Pero la jornada aún guardaba una última sorpresa: la gran noche de humor con el cómico Óscar Tramolleres, que hizo resonar las carcajadas de los asistentes en un espectáculo lleno de ingenio y cercanía, poniendo el broche de oro a un día muy especial.
Devoción, música, pólvora y humor
El primer día de la Mare de Déu del Puig fue una celebración completa, donde la devoción, la música, la pólvora y el humor se entrelazaron para rendir homenaje a la patrona y fortalecer el espíritu festivo del pueblo. Las fiestas continúan este lunes con una nueva jornada cargada de actos, emociones y momentos para compartir. El Puig sigue en fiesta, y su gente lo celebra con el corazón.
