Este sábado 25 de octubre celebraremos el Día del Comercio Local, una jornada que en El Puig cobra un significado especial. Porque aquí, en nuestro pueblo, el comercio de proximidad no es solo una red de tiendas: es una red de afectos, de historias compartidas, de confianza tejida a lo largo de generaciones. Es, en definitiva, una parte esencial de lo que somos.
Pasear por las calles de El Puig y detenerse en sus comercios es recorrer un mapa emocional. La panadería que huele a infancia, la ferretería donde siempre te asesoran con paciencia, la tienda de ropa que conoce tus gustos mejor que tú, la papelería que ha visto crecer a tus hijos. Cada local es un punto de encuentro, un espacio donde el trato humano sigue siendo el valor más importante.
En un mundo cada vez más dominado por las grandes superficies y las plataformas digitales, el comercio local resiste con dignidad. Y lo hace gracias a la vocación, el esfuerzo y la cercanía de quienes cada día levantan la persiana con ilusión. Comerciantes que no solo venden productos, sino que sostienen la vida social y económica de El Puig.

Mañana tenemos la oportunidad de reconocer el esfuerzo de nuestros comerciantes. Para mirarles a los ojos y decirles “GRACIAS”. Gracias por estar ahí cuando más los necesitamos. Gracias por adaptarse, reinventarse, aguantar crisis, pandemias y cambios de hábitos. Gracias por seguir apostando por nuestro pueblo.
Pero también es un día para mirarnos a nosotros mismos como consumidores. Porque el futuro del comercio local no depende solo de las instituciones o de las campañas de promoción. Depende, sobre todo, de nuestras decisiones cotidianas. De si elegimos comprar en la tienda del barrio o en una app anónima. De si valoramos el trato cercano o preferimos la inmediatez sin rostro. De si entendemos que cada euro que gastamos aquí se queda aquí, generando empleo, dinamizando nuestras calles y fortaleciendo el tejido social.
Hoy más que nunca, necesitamos un comercio local fuerte, moderno y sostenible. Un comercio que combine tradición y digitalización, que sepa atraer a las nuevas generaciones sin perder su esencia. Y para eso, necesita nuestro respaldo.
Así que este sábado, celebremos el Día del Comercio Local como se merece: comprando en nuestras tiendas, recomendándolas, compartiendo sus publicaciones, hablando bien de ellas y, sobre todo, confiando en su profesionalidad.
Porque cuando apoyamos al comercio local, no solo compramos productos: compramos futuro, compramos comunidad, compramos identidad.
Y en un pueblo como El Puig, eso vale más que cualquier oferta online.

Una iniciativa que une educación y comercio local
Desde La Veu del Puig tenemos un objetivo claro: apoyar a nuestros comerciantes. Por eso, en colaboración con la Asociación de Empresarios y Profesionales de El Puig (ADEP) y la Asociación de Amas de Casa Tyrius El Puig, hemos puesto en marcha una iniciativa que combina solidaridad, reconocimiento académico y dinamización económica.
Se trata de un sorteo en defensa del comercio local, cuyo premio será un alojamiento de lujo en Madrid para disfrutar del fin de año como se merece. Pero esta propuesta va mucho más allá del incentivo: la cantidad recaudada se destinará íntegramente a premiar los mejores expedientes académicos de los alumnos del municipio en Primaria, ESO y Bachillerato.
Y hay un detalle fundamental: los beneficiarios deberán gastar sus premios en los comercios locales de El Puig, asegurando que el impacto económico se quede en el pueblo. Con esta medida, premiamos la excelencia académica de nuestros jóvenes y ayudamos al comercio local, creando un círculo virtuoso entre educación y economía.
El ganador del sorteo se conocerá el próximo 3 de diciembre, en un acto público que se celebrará en la sede de Tyrius El Puig, en un ambiente festivo y de reconocimiento a la comunidad.
Esta acción demuestra que cuando se unen las fuerzas del tejido social, educativo y comercial, El Puig avanza unido, con propósito y con corazón.

Un compromiso que empieza en casa
El Día del Comercio Local no es solo una fecha en el calendario: es una llamada a la acción. A consumir con conciencia, a valorar lo cercano, a apostar por lo nuestro. En El Puig, tenemos la suerte de contar con un tejido comercial diverso, humano y comprometido. Y también con una ciudadanía capaz de marcar la diferencia con cada gesto.
Desde La Veu del Puig, creemos firmemente que el futuro de nuestro pueblo se construye comprando aquí, confiando aquí, creciendo aquí. Porque cuando apoyamos al comercio local, no solo fortalecemos la economía: fortalecemos nuestra identidad como comunidad.
Este 25 de octubre, salgamos a la calle, entremos en nuestras tiendas, hablemos con nuestros comerciantes y recordemos que el corazón de El Puig late en cada escaparate.

