Nos recibe en su despacho rodeado de libros, documentos históricos y fotografías del municipio. Julio S. Badenes Almenara, Doctor en Filosofía y Cronista Oficial de El Puig de Santa María, ha dedicado su vida a investigar, preservar y difundir el patrimonio local. Su mirada serena y su verbo preciso nos invitan a recorrer la historia del pueblo con respeto y pasión.
1. ¿Qué significa para usted ser el cronista oficial de El Puig?
Es un honor y una responsabilidad. Ser cronista no es solo escribir sobre el pasado, es custodiar la memoria colectiva, dar voz a las piedras, a los documentos, a las tradiciones. El Puig tiene una riqueza histórica inmensa, y mi labor es ayudar a que no se pierda en el olvido.
2. ¿Cuál considera que es el episodio más determinante en la historia del municipio?
Sin duda, la presencia de Jaime I y la conquista de Valencia. El Puig fue el campamento estratégico desde donde se planificó la toma de la ciudad. El castillo, el monasterio, la huerta… todo tiene una conexión directa con ese momento fundacional del Reino de Valencia.
3. Usted ha participado en proyectos de recuperación patrimonial. ¿Cuál le ha marcado más?
El del Real Monasterio. Ver cómo un monumento que estaba en riesgo se ha convertido en símbolo cultural y espiritual del pueblo es emocionante. También la recuperación de la Torre de Guaita y el patrimonio bélico han sido fundamentales para entender nuestra identidad.
4. ¿Cómo ve el papel de la juventud en la conservación de la historia local?
La juventud es clave. Si no logramos que los jóvenes se enamoren de su historia, el futuro será una repetición sin raíces. Por eso, intento que mis artículos y conferencias tengan un lenguaje accesible, que conecte con ellos. La historia no debe ser un museo cerrado, sino una conversación viva.
5. ¿Qué le diría a alguien que cree que el pasado ya no importa?
Que sin pasado no hay identidad. El Puig no es solo un lugar geográfico, es una comunidad con alma, y esa alma se construye con memoria. Conocerla nos permite entender quiénes somos y hacia dónde queremos ir.
Julio se despide con una frase que resume su vocación: “El Puig es un libro abierto que aún tiene muchas páginas por descubrir”. Y nosotros, desde La Veu del Puig, seguiremos leyéndolas junto a él.
