En la tarde de ayer, El Puig de Santa Maria se transformó en un escenario de fantasía y diversión con motivo de la celebración de Halloween. Desde las 18:00 horas, la Plaza de la Conserveta comenzó a llenarse de niños y adultos ataviados con todo tipo de disfraces, creando un ambiente festivo y terroríficamente encantador.
Esqueletos, vampiros, brujas, zombis, calabazas andantes y hasta un dinosaurio se dieron cita en este desfile infantil que hizo las delicias de los más pequeños. A las 18:30 horas, arrancaba el esperado pasacalles, que recorrió las calles del municipio desde la Plaza de la Conserveta hasta el Parque Doctor Peset, guiado por tres figuras gigantes: una calavera, Miguel de la película Coco y un esqueleto articulado que captó todas las miradas.
Al ritmo de clásicos como la banda sonora de los Cazafantasmas y el mítico Thriller de Michael Jackson, las calles se llenaron de color, música y ritmo terrorífico, mientras vecinos y visitantes acompañaban el desfile entre risas, fotos y caramelos.

Teatro pirata y diversión en el parque
Una vez en el Parque Doctor Peset, los niños disfrutaron de una obra de teatro infantil con temática pirata, que combinó humor, aventuras y participación del público. La representación puso el broche de oro a una tarde pensada para el disfrute de los más pequeños, que no dejaron de aplaudir y reír durante toda la función.

Truco o trato por las calles del municipio
Tras el espectáculo, las calles de los alrededores se llenaron de niños que, en grupos y acompañados por adultos, recorrieron las casas con el ya tradicional “¿truco o trato?”, repartiendo sustos y recogiendo dulces en una actividad que cada año gana más participación y entusiasmo entre las familias del municipio.
Una fiesta que une generaciones
La jornada de Halloween en El Puig volvió a demostrar que esta celebración, cada vez más arraigada, une generaciones y ofrece un espacio de encuentro, creatividad y diversión para todos. Desde los disfraces caseros hasta las coreografías improvisadas, cada detalle contribuyó a crear una tarde inolvidable.
Felicitamos a todas las familias que participaron con entusiasmo y respeto. El Puig vivió una noche de miedo… pero de las buenas.

