El Puig vivió este fin de semana unas jornadas intensas, emotivas y llenas de tradición en honor a la Purísima, que culminaron ayer con un majestuoso castillo de fuegos artificiales a cargo de la pirotecnia PiroAlpa, del Alto Palancia. Un broche final que iluminó el cielo del municipio y puso cierre a unos días inolvidables donde la emoción, la música y la participación vecinal fueron protagonistas.
Tradición y emoción desde el jueves
Las celebraciones arrancaron el jueves 4 de diciembre con la tradicional recogida de trastos para la hoguera de Santa Barbara, en la que las Purísimas recorrieron las calles del pueblo. Muchos vecinos colaboraron dejando maderas en las puertas de sus casas para que ardieran en la hoguera, símbolo de unión y tradición.

El viernes, la dolçaina y el tabal marcaron el inicio de una tarde mágica de albaes dedicadas a las 18 Purísimas y sus familias. El grupo de Cant Valencià del Puig volvió a brillar con fuerza, emocionando a todos los presentes con versos y melodías que fueron homenaje a quienes siguen compartiendo camino y recuerdo para los que ya no están. Lágrimas, sonrisas y abrazos llenaron la jornada, que concluyó con el encendido de la hoguera de Santa Barbara en la Plaza Félix Ramajo, bajo la mirada solemne del Monasterio de Santa María de El Puig. La noche continuó con la música de la orquesta Matrix.

El sábado por la tarde, un solemne pasacalles llevó a las festeras hasta la iglesia del Monasterio para la ofrenda de flores a la Purísima, recibida por Don Melchor. Fue un acto cargado de emoción, en el que también participaron las festeras que celebraban su 25 aniversario. La jornada se cerró con música en la carpa y un ambiente festivo que evocó recuerdos de los años 90 y 2000.


El domingo estuvo dedicado a los más pequeños, con colchonetas en la Plaza Félix Ramajo y una merienda de chocolate para todos los vecinos. Por la tarde, la vigilia en honor a la Purísima reunió a la comunidad en la iglesia del Monasterio, y la orquesta Mónaco puso ritmo y alegría a la noche.
El día grande: solemnidad y pasión
El lunes, día grande de la Purísima, comenzó con el tradicional volteo de campanas. A media mañana, las festeras fueron recogidas en pasacalles para participar en la solemne misa en honor a la Inmaculada Concepción, seguida de una mascletà en la Plaza del Cant Valencià.
Por la tarde, la solemne procesión recorrió las calles del pueblo con la imagen de la Virgen acompañada por las Purísimas, vecinos, familias y representantes municipales. El acto concluyó con el encendido de las letras Puríssimes 2025 y un nuevo espectáculo de fuegos artificiales que acompañó la entrada de la imagen en la iglesia. Los vítores de “Visca la Puríssima” y “Visquen els portadors de la Puríssima” resonaron con fuerza, reafirmando la pasión del pueblo por la Virgen.

Finalmente, la pirotecnia PiroAlpa ofreció un castillo de fuegos artificiales que iluminó por última vez este 2025 el cielo de El Puig, poniendo un cierre espectacular a unas fiestas que quedarán grabadas en la memoria colectiva.
Un pueblo unido por la Purísima
Desde La Veu del Puig queremos felicitar a las 18 Purísimas y a sus familias por la impecable organización de los actos y por haber logrado, una vez más, unir al pueblo en torno a su patrona.
Habéis vivido momentos únicos que permanecerán para siempre en la memoria de quienes los compartieron. Gracias por mantener viva la tradición, por transmitir emoción y por demostrar que El Puig sabe celebrar con orgullo y con corazón.
En nombre de todas las Purísimas, la presidenta Yaiza quiso aprovechar estas líneas para agradecer:
“Queremos dar las gracias a todos los vecinos, amigos y familiares que nos han acompañado y que han hecho posible que estas fiestas sean tan especiales. Sin vuestro apoyo, cariño y esfuerzo, nada de esto tendría sentido. La Puríssima nos une y nos emociona, y este año hemos vuelto a demostrar que El Puig sabe celebrar con el corazón. Gracias por estar siempre ahí, por acompañarnos y por hacer que cada momento sea inolvidable.”
Un reconocimiento especial merece también la Societat Unió Musical Santa Maria del Puig (SUMP), que estuvo presente en cada acto, llenando de música las calles y plazas. Porque unas fiestas no serían lo mismo sin la música, y la SUMP volvió a demostrar que su acompañamiento es el alma sonora de nuestra celebración.
Que estas fiestas sean recuerdo imborrable y semilla de futuro para seguir construyendo comunidad, identidad y unión en torno a la Purísima.
¡Enhorabuena a todas!

