El Puig de Santa Maria vivió este segundo fin de semana de las fiestas de Sant Roc 2025 con intensidad, alegría y una entrega absoluta por parte de los clavarios, que ofrecieron a vecinos y visitantes un programa repleto de actividades, emociones y momentos para el recuerdo. Desde el viernes hasta el domingo, el municipio se convirtió en un hervidero de tradición, música, gastronomía y festejos taurinos que consolidan a Sant Roc como una de las celebraciones más queridas y esperadas del calendario local.
Viernes: Sopar de penyes y música bajo las estrellas
La actividad arrancaba con uno de los actos más multitudinarios y esperados: el tradicional sopar de penyes, ofrecido por los clavarios a todas las personas del municipio que se apuntaron previamente. Desde primera hora de la tarde, los cocineros se pusieron manos a la obra para preparar más de 900 bocadillos de magro con tomate, una receta sencilla pero deliciosa que hizo las delicias de todos los asistentes.

La cena tuvo lugar en la emblemática plaza de Félix Ramajo, a los pies del monasterio de El Puig, y transcurrió en un ambiente festivo, de hermandad y convivencia. Las mesas llenas, las risas compartidas y el aroma del magro con tomate marcaron el inicio de un fin de semana inolvidable. Tras la cena, la música tomó el protagonismo con la actuación de la orquesta Vènom, que hizo bailar a jóvenes y mayores hasta bien entrada la noche.

Sábado: toros, música y emociones fuertes
Comenzó temprano para los clavarios, que desde las 9 de la mañana ya estaban colocando barreras y revisando el recorrido taurino para los festejos de la tarde. Una vez finalizadas las tareas de montaje, se sumaron al matí musical organizado por los clavarios de Sant Roc 2015, que celebraban su 10º aniversario con una charanga por el recorrido y actuaciones de Rumbarceló y Álex Ortíz DJ, que animaron las calles con ritmos festivos y buen humor.

Después del almuerzo en la fonda, los clavarios se prepararon para uno de los momentos más esperados: la baixà de caixons, que comenzó a las 17:00 horas desde la entrada del municipio y terminó en la plaza de la Constitución, acompañados por la charanga y los caballos que transportaban los cajones sin toros, pensando en el bienestar del animal. A las 18:00 horas se dio inicio a la primera desencajonada, protagonizada por Trombón, de la ganadería Peñas Blancas, que recorrió el circuito con intensidad y alguna escena de peligro.

A continuación, se desencajonó a Limpiabien, de la ganadería Guadajira, que ofreció momentos de gran belleza y arrancadas espectaculares por todo el recorrido. La tarde continuó con la suelta de vaquillas, que añadieron emoción y dinamismo a una jornada taurina vibrante.
Mientras tanto, en la Taska, se celebraba el Festival Remember, organizado por los taskeros, con música a cargo de José Luis «el Nano», Juanma Llopis y Rubén Cámara. El evento fue un éxito rotundo de asistencia, con un ambiente festivo y nostálgico que hizo revivir grandes temas del pasado que siguen muy vivos en la memoria colectiva.

Tras la cena en la fonda, a las 23:00 horas tuvo lugar el sorteo para la tallà, en el que Marco Gimeno Gómez fue el afortunado encargado de cortar la cuerda de Limpiabien, ya que Trombón no pudo ser embolado. Además, se emboló una vaquilla en honor a los Quintos, quienes se encargaron personalmente de cortar la cuerda, en un gesto simbólico y emotivo.

Los festejos taurinos se prolongaron hasta aproximadamente las 2:30 de la madrugada del domingo, pero el trabajo de los clavarios no terminó ahí. Aún quedaba cargar los toros y abrir el recorrido, tareas que se extendieron hasta bien entrada la mañana. Finalmente, hubo tiempo para descansar y compartir vivencias en la fonda antes de ir a dormir.
Domingo: descanso y limpieza
Día para reponer fuerzas, compartir con la familia y recuperar energías tras dos jornadas intensas. Sin embargo, a las 19:00 horas, los clavarios ya estaban de nuevo en acción, trabajando para limpiar y preparar los corros de cara a los festejos taurinos del próximo jueves. Una muestra más del compromiso, la entrega y el amor por las fiestas que caracteriza a quienes hacen posible Sant Roc.
Con este segundo fin de semana, El Puig de Santa Maria reafirma su pasión por la tradición, la cultura popular y la convivencia. Las fiestas continúan, y el espíritu de Sant Roc sigue más vivo que nunca.